"Así como el mandamiento de 'no matar' pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir no a una economía de la exclusión y la desigualdad. Esa economía mata", escribió el Pontífice en su primera exhortación apostólica 'Evangelii Gaudium' ('La Alegría del Evangelio').
Subrayó que “no compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos”, manifestó en su escrito, según la agencia Reuters.
El sistema financiero actual, que favorece la distribución desigual de la riqueza y la violencia, debe cambiar, según advirtió el papa.
"No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa", denunció.
En el documento, de 142 páginas, el Pontífice instó a los líderes mundiales a intensificar sus esfuerzos contra la pobreza y la creciente desigualdad y exigió a las personas más adineradas que compartan su riqueza con los necesitados.
Además, pidió una renovación de la Iglesia Católica y abogó por una "conversión del papado". En su opinión, tanto el Vaticano como su jerarquía "necesitaban escuchar también la llamada de la conversión pastoral".
Desde su elección, el papa Francisco ha tenido numerosos gestos orientados a acabar con la imagen de opulencia que dio la Iglesia en otras ocasiones. Actualmente reside en una casa de invitados del Vaticano en lugar de hacerlo en el Palacio Apostólico y viaja en un Ford Focus. El mes pasado suspendió a un obispo que gastó millones de euros en una lujosa residencia.