Eligon se había escapado aquella mañana del hospital Toronto East General Hospital en el que estaba recibiendo tratamiento por una depresión. Según ha testificado el oficial Scott Walker, la Policía lo estaba buscando ese día después de recibir una denuncia de que había robado unas tijeras y había apuñalado a alguien en la mano.
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En la grabación reproducida en la investigación se puede escuchar como uno de los oficiales grita a Eligon: "¡Suéltalas!", mientras que Walker grita a sus colegas: "¡Retírense, retírense!". Tras ignorar las órdenes de soltar su arma el hombre sigue acercándose a los agentes y recibe finalmente tres disparos de uno de los oficiales, después de lo cual se derrumba.
El policía también declaró que Eligon tenía la "mirada perdida" y parecía haber perdido también cualquier "contacto con la realidad".
El caso de Eligon aún sigue en proceso de investigación judicial. Se espera que al menos otros ocho oficiales presentes en la escena de los hechos testifiquen.