Según informaron los medios locales, el alcalde expresó su furia en un encuentro del Consejo de la ciudad cuando hablaba del problema de los inmigrantes que buscan alojamiento en un complejo planeado en la ciudad.
"No me importan los solicitantes de asilo, culpo a los periodistas. Tienen que ser colgados, son como judíos", dijo el alcalde Karl Simlinger.
Su afirmación fue reportada por Günter Steindl y Sabine Mai, unos representantes del Consejo de la ciudad, que acusaron al alcalde de xenofobia y antisemitismo.
A su vez, el alcalde los acusó de difamación insistiendo en que no usó la palabra 'judíos', aunque finalmente decidió dimitir.