Según marca la tradición cada 8 de diciembre (día de la Inmaculada Concepción) el pontífice colocó una ofrenda floral a los pies de la estatua de la Virgen. Tras unos minutos de oración, Francisco pidió en voz alta que las personas "jamás sean indiferentes ante los gritos de los pobres". A lo largo de la jornada, diversas instituciones y ciudadanos italianos colocaron flores junto a la imagen de la madre de Jesús.
El recorrido de Francisco desde el Vaticano discurrió por la Vía Condotti, muy conocida en la capital italiana por sus exclusivas tiendas de diseñadores de lujo. Después de pasar por la Basílica de Santa María la Mayor, regresó a la Ciudad del Vaticano.
La tradición papal de la ofrenda de flores se remonta a 1857, tres años después de la definición dogmática de la Concepción Inmaculada de María. Por voluntad de Pío IX se erigió el monumento y fue él quien lo bendijo el 8 de septiembre de 1857 desde el balcón central de la embajada española.
Esta jornada también marca el inicio oficial de la temporada de compras de Navidad en Roma.
La elección de Jorge Bergoglio al frente del Vaticano ha provocado un aumento en las asistencias y de las confesiones en la Iglesia católica apostólica romana, revirtiendo un largo declive. Francisco, que ya ha sido apodado como 'el papa de los pobres', es conocido por haber enviado dinero a los jubilados y a los inmigrantes con necesidades económicas, así como por acariciar y apiadarse de los enfermos. Según informó 'The Huffington Post', Francisco podría llegar a salir de incógnito del Vaticano para distribuir limosnas entre los pobres.