"Estos datos no son una propiedad pública, nos pertenecen a nosotros. Cuando los usan para predecir nuestro comportamiento, nos privan de una voluntad libre, un principio crucial para una libertad democrática. (…) La vigilancia hace transparente al individuo, mientras que el Estado y las corporaciones operan en secreto", destaca el documento titulado 'A favor de la democracia en la era digital' y publicado este 10 de diciembre, Día internacional de los Derechos Humanos, en change.org.
Por el momento la petición lleva la firma de 562 personalidades destacadas de la literatura contemporánea de 81 países, incluidos los Nobel Orhan Pamuk, John Maxwell Coetzee, Elfriede Jelinek, Günter Grass y Tomas Tranströmer. Entre otros han firmado también Umberto Eco, Margaret Atwood, Don DeLillo, Nawal al Sadawi, David Grossman, Javier Marías, Juan Goytisolo, João Ubaldo Ribeiro y la cantante islandesa Björk.
"Una sociedad vigilada ya no es una democracia", sostiene la petición presentada en respuesta a las filtraciones del excolaborador de la CIA Edward Snowden sobre la masiva vigilancia de diferentes servicios secretos a la gente común. "Demandamos el derecho de todos los ciudadanos democráticos de determinar hasta qué grado sus datos personales pueden recabarse, almacenarse y procesarse y por quién; de saber cómo se usan estos datos y de conseguir que sean eliminados en caso de haber sido recogidos ilegalmente", dice. La carta abierta pide a la ONU la creación de una Ley Internacional del Derecho Digital.