Por su gracia y descaro este 'traductor' ha entrado en el Olimpo de los grandes "impostores de todos los tiempos", una clasificación elaborada por un blog del periódico digital 'Público'. A continuación les presentamos al resto de los embaucadores más famosos:
José Manuel Quintía Barreiros, el célebre estafador español que se hacía pasar por un alto mando militar para estafar a varios empresarios a quienes prometía jugosos negocios con el Ministerio de Defensa de España, pero que luego de obtener un adelanto de dinero desaparecía. El Capitán Timo, como se lo conoce, obtuvo un botín de 1.300 millones de las antiguas pesetas españolas (cerca de ocho millones de euros) en todos sus delitos, el primero cometido en 1966. Ahora cumple una condena de 10 años de prisión por estafa.
Enric Marco representaba a las víctimas españolas de los campos de concentración nazis, y pasó 30 años contando su 'dramático pasado' como víctima del nazismo, hasta que en 2005 un historiador descubrió el engaño, por lo que se vio obligado a reconocer que inventó su historia porque "así la gente le prestaba más atención" a lo ocurrido.
Un anónimo turista estadounidense llegó a Madrid a finales de la década de 1980 y ante la insistencia de los habitantes locales sobre su parecido con el actor norteamericano Rob Lowe, empezó a presentarse como Michael Lowe, supuesto hermano de la estrella de cine. Comenzó a relacionarse con la alta sociedad madrileña e incluso llegó a tener un romance con una conocida modelo y presentadora de televisión. Sin embargo, todo se derrumbó cuando gente del mundo del cine desmintió la existencia del tal 'Michael' entre los hermanos de Lowe.
Claude Khazizian, un jubilado francés célebre por colarse sin invitación en grandes conferencias y recepciones internacionales, en las que se hacía pasar por el embajador de Armenia ante la ONU. Khazizian incluso apareció en la fotografía oficial con los jefes de Estado en París con ocasión del 50 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. Además asistió a la boda del príncipe Joaquín de Dinamarca, y charló con la reina y el príncipe de ese país.
Lobsang Rampa era el pseudónimo literario de Cyril Henry Hoskins en los años de 1950 y 1960. Según su propia versión, era un monje budista que logró gran notoriedad gracias a libros como 'El tercer ojo' o 'La historia de Rampa', en los que contaba su tortuoso aprendizaje como monje en un templo del Tíbet. Pero en realidad los libros los escribía el hijo de un fontanero británico que jamás había pisado el Tíbet.
El engaño empezó a destaparse cuando expertos en budismo expresaron dudas acerca de las afirmaciones que hacía en sus obras. Más tarde, un detective privado dio con Hoskins, y al ser descubierto le dijo que no era Rampa pero "ocupaba su cuerpo". A pesar de la falsedad de este autor, sus libros aún se siguen vendiendo con gran popularidad.
Jean Claude Romand, es un ciudadano francés tristemente célebre por haber asesinado en 1993 a su esposa, a sus hijos, a sus padres y a su perro, después de no poder ocultarles por más tiempo la verdadera vida que había llevado durante 18 años. Hizo creer a todos sus allegados que era médico y alto cargo de la Organización Mundial de la Salud, aunque ni lo uno ni lo otro era cierto.
No trabajaba y vivía del dinero que había conseguido estafar a lo largo de los años en su círculo de allegados, llegando a vender a precio de oro medicamentos falsos contra el cáncer. Su historia incluso inspiró la película 'La vida de nadie'.
Frank Abagnale, fue un falsificador de cheques e impostor estadounidense en la década de 1960. Adquirió personalidades falsas ejerciendo ilegalmente de médico, piloto, abogado y agente del Servicio Secreto, entre otras profesiones. Realizó 250 vuelos entre 26 países a costa de la Pan Am haciéndose pasar por piloto. Antes de cumplir 20 años, Abagnale había cometido fraudes por valor de 2,5 millones de dólares en los países que visitó, hasta que fue capturado por el FBI en Francia. La vida de este joven inspiró la película 'Atrápame si puedes' protagonizada por Leonardo DiCaprio.
Frédéric Bourdin es un impostor reincidente francés apodado como El Camaleón. Comenzó sus fechorías cuando era niño y asegura haber asumido, al menos, quinientas identidades falsas. En 1997 tomó la identidad de un adolescente estadounidense desaparecido y, a pesar de tener ojos marrones y acento francés, convenció a la familia de que era su hijo de ojos azules. Vivió varios meses con la familia hasta que fue descubierto por el FBI. Volvió a repetir la 'hazaña' con familias de otros dos jóvenes desaparecidos en EE.UU. y en España. Según sus declaraciones, solo buscaba el amor, el afecto y la atención que jamás recibió de niño.
Milli Vanilli fue un dúo de música pop compuesto por Fabrice 'Fab' Morvan y Rob Pilatus que se formó en Alemania en 1988. Sin embargo, ni Fab ni Rob cantaban en el exitoso disco de debut 'Girl, You Know Is True', que les sirvió para ganar el Grammy al grupo revelación en 1990. Las verdaderas voces eran de tres cantantes "sin atractivo comercial" bajo la dirección del productor alemán Frank Farian.
El engaño se desveló en breve, primero los periodistas se preguntaban cómo era posible que estos cantantes (francés y alemán) pronunciaran tan bien el inglés al cantar si en las entrevistas se trastabillaban. Luego en pleno concierto para la cadena MTV, se rayó el disco con sus voces y resultó evidente que los artistas hacían 'playback'. Tras una serie de escándalos ellos mismos reconocieron el fraude y después de varios intentos fallidos de retorno, Rob murió de sobredosis en 1998.
David Hampton, un joven afroamericano que en 1983 robó la agenda de un compañero de universidad y se fue a Nueva York en busca de una nueva vida mejor. En Manhattan visitó las mansiones de algunos de los contactos extraídos de la agenda, afirmando ser hijo del famoso actor Sidney Poiter, y haber sido víctima de un robo. Consiguió cobijo de la alta sociedad neoyorquina hasta que fue descubierto, pasando casi dos años en prisión por una 'broma' que después sirvió de inspiración para la película 'Seis grados de separación'.
Alicia Esteve, más conocida como Tania Head, es una española que llegó a Nueva York en 2002. Sin embargo aseguraba que había permanecido inconsciente cinco meses después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Relató que se encontraba en el piso 78 de la torre sur del World Trade Center en el momento de los ataques y que antes de desmayarse logró salvar la vida de 18 personas. Sus 'dramáticas vivencias' del fatídico día la llevaron a ser presidenta y directora de una asociación de supervivientes de los atentados del 11-S. El engaño duró hasta 2007, cuando periódicos estadounidenses y españoles descubrieron su verdadera identidad.
Natalie Reid, es una modelo canadiense que decidió convertir en profesión su parecido con la 'cantante' y 'actriz' estadounidense Paris Hilton, para vivir del cuento. Posó para una edición de la revista para adultos 'Playboy' y recibía hasta 2.000 dólares por asistir a cada fiesta privada en las que se hacía pasar por Paris.