En vísperas de las fiestas navideñas hay que estar atentos, advierte la revista 'Time', porque los comerciantes acuden a métodos cada vez más ingeniosos para atraer a los compradores hacia su 'trampa', y una de sus 'armas' más peligrosas es el 'aromarketing'.
El 'branding' sensorial se está convirtiendo en la parte más grande del marketing de consumo en las tiendas. Los comerciantes a menudo se basan en la música y los colores para crear un cierto estado de ánimo en los compradores, pero ahora están dirigidas a otra sensación, el olor, para lograr que los clientes tengan una conexión más sofisticada con la marca a través de su experiencia de compra, este método tiene incluso otro nombre: el 'branding' olfativo.
El sentido del olfato es mucho menos investigado que los otros sentidos, pero los estudios muestran que desempeña un papel importante en la forma en que percibimos nuestro entorno. Por ejemplo, el bulbo olfatorio, que es responsable del procesamiento de los olores, es parte del sistema límbico del cerebro, que está relacionada con los recuerdos y las emociones. Es por eso que el olor tiene el poder para desencadenar recuerdos emocionales (y es por eso que el olor del perfume de alguien puede traer recuerdos de esa persona). Los buenos recuerdos pueden hacerlo más propenso a comprar artículos que le recuerdan esas emociones felices.
"Cuando pensamos en una experiencia, sea personal o comercial, nuestro sentido del olfato juega tan profundamente en la forma en que percibimos y hacemos juicios sobre la experiencia", dice Ed Burke, director de formación y comunicaciones para ScentAir, una empresa que desarrolla aromas para los minoristas específicos y las marcas hoteleras de Hugo Boss y para los hoteles de la cadena Marriott.
ScentAir se reúne con sus clientes para desarrollar un olor que los clientes asocien con la marca. Entonces, el equipo de diseñadores y científicos de ScentAir adaptan un aroma para cumplir los objetivos de negocio "en un proceso similar a la forma en que una tienda establece el plano visual". Según Burke, a menudo ScentAir se imagina a un cliente específico o crean la imagen de un cliente potencial, el tipo de clientes que quieren ver en sus tiendas.
"Nos fijamos en quiénes están comprando [las mercancías] de forma regular, qué tipo de música les gusta, con qué frecuencia compran tecnología, etc.", dice Burke. Por ejemplo, una tienda quiere tener un aroma de aire fresco, y otra puede querer que su espacio huela a algodón dulce.
Los olores específicos pueden ser personalizados incluso para departamentos específicos, como un olor a talco de bebé para la sección de niños o un aroma de coco para los trajes de baño o lila en el departamento de lencería. Es difícil resistirse a comprar un bikini mientras se está inmerso en olor a coco y pensando en su playa favorita.
Claro, no podemos saber con certeza que un olor específico nos instará a abrir nuestras billeteras, pero podemos fijarnos si nos sentimos más cómodos en una tienda y estar más atentos a las compras que hacemos.
"La próxima vez que usted esté de compras, inspire y vea si puede encontrar la fuente del aroma. Algunas máquinas de olor son instaladas por encima de la puerta de sus tiendas, mientras que otros amañan el aroma a través del sistema de ventilación", recomienda 'Time'.