Sociedad
Mundo sin fronteras ni visados: ¿utopía o futuro inevitable?
¿Podría un mundo sin fronteras ni visados ser más efectivo y próspero? Algunos expertos sugieren que los cambios hacia la integración de varios Estados en este aspecto ya están a punto convertirse en una realidad.
Según el análisis del experto Iván Andréyev, publicado en el portal del Consejo ruso para los Asuntos Internacionales, si los intentos de integración internacional existentes siguen evolucionando, el régimen de visados en algunos de sus aspectos se simplificará en un futuro próximo.
La cooperación entre la Unión Europea y Rusia, que recientemente acordaron una hoja de ruta para la abolición de los visados mutuos, puede servir como un buen ejemplo en este caso. No obstante, las negociaciones entre las dos partes tampoco pueden considerarse fáciles: mientras que las autoridades rusas expresan constantemente su disposición a cancelar el régimen de visados, los representantes europeos subrayan que es posible considerar este escenario solo a largo plazo. Andréyev señala que, al parecer, la UE no quiere dar el visto bueno a la abolición de los visados por ciertas razones políticas, ya que esta decisión implica un nivel más avanzado de cooperación bilateral.
El experto también indica que el uso de nuevas tecnologías informáticas facilitará el proceso de eliminación de los visados. Instituciones estatales de varios países ya disponen de sistemas avanzados de control sobre la circulación de ciudadanos y en un futuro este proceso irá mejorando.
Según Andréyev, el siguiente paso hacia un mundo 'sin fronteras' es la creación de grandes bases de datos tanto dentro de los Estados, como en el marco de las organizaciones internacionales. El acceso abierto y sin demora a este tipo de datos para las autoridades de diferentes países simplificará en gran medida la situación. En este sentido, también se debe prestar atención a la modificación del pasaporte para convertirlo en un documento capaz de almacenar una gran cantidad de información personal de diversa índole.
A largo plazo, opina el experto, el desarrollo de distintos medios de control electrónico conllevará la aparición de un órgano supranacional, al estilo de la Interpol, que se ocupará de asuntos de control fronterizo. Andréyev afirma que en un futuro las fronteras podrían desaparecer por completo, ya que el movimiento de una persona podrá ser registrado con la ayuda de dispositivos electrónicos, incluso desde el espacio.
Sin embargo, para que el sistema de intercambio internacional de información funcione con éxito y para que aparezcan las condiciones para la abolición definitiva de los visados, es necesario alcanzar un cierto nivel de confianza entre los países del mundo que es imposible sin un acercamiento estratégico. A largo plazo, no existe ninguna otra alternativa para el desarrollo mundial, considera Andréyev, pero hoy en día uno de los desafíos principales proviene de la emigración ilegal desde las regiones poco desarrolladas que amenazan con traer la inestabilidad al mundo ya integrado.
No obstante, dice el experto, el carácter cada vez más multipolar del orden mundial modifica el enfoque sobre el problema de los visados. Actualmente se están formando nuevas coaliciones regionales y mundiales. El acercamiento mutuo entre sus integrantes inevitablemente conducirá a la simplificación de los procedimientos de visados, algo que se puede observar con respecto a los países del bloque BRICS.
Andréyev concluye que los países desarrollados están interesados en el intercambio de información entre sí y en el fortalecimiento de la estabilidad internacional y del control sobre los procesos globales, por lo que las restricciones fronterizas entre ellos se van a suavizar gradualmente. Sin embargo, para naciones menos desarrolladas que de momento se perciben como una fuente de inestabilidad y una amenaza a la seguridad, las políticas acerca de los visados y las cuestiones fronterizas tenderán a endurecerse.
La cooperación entre la Unión Europea y Rusia, que recientemente acordaron una hoja de ruta para la abolición de los visados mutuos, puede servir como un buen ejemplo en este caso. No obstante, las negociaciones entre las dos partes tampoco pueden considerarse fáciles: mientras que las autoridades rusas expresan constantemente su disposición a cancelar el régimen de visados, los representantes europeos subrayan que es posible considerar este escenario solo a largo plazo. Andréyev señala que, al parecer, la UE no quiere dar el visto bueno a la abolición de los visados por ciertas razones políticas, ya que esta decisión implica un nivel más avanzado de cooperación bilateral.
El experto también indica que el uso de nuevas tecnologías informáticas facilitará el proceso de eliminación de los visados. Instituciones estatales de varios países ya disponen de sistemas avanzados de control sobre la circulación de ciudadanos y en un futuro este proceso irá mejorando.
Según Andréyev, el siguiente paso hacia un mundo 'sin fronteras' es la creación de grandes bases de datos tanto dentro de los Estados, como en el marco de las organizaciones internacionales. El acceso abierto y sin demora a este tipo de datos para las autoridades de diferentes países simplificará en gran medida la situación. En este sentido, también se debe prestar atención a la modificación del pasaporte para convertirlo en un documento capaz de almacenar una gran cantidad de información personal de diversa índole.
A largo plazo, opina el experto, el desarrollo de distintos medios de control electrónico conllevará la aparición de un órgano supranacional, al estilo de la Interpol, que se ocupará de asuntos de control fronterizo. Andréyev afirma que en un futuro las fronteras podrían desaparecer por completo, ya que el movimiento de una persona podrá ser registrado con la ayuda de dispositivos electrónicos, incluso desde el espacio.
Sin embargo, para que el sistema de intercambio internacional de información funcione con éxito y para que aparezcan las condiciones para la abolición definitiva de los visados, es necesario alcanzar un cierto nivel de confianza entre los países del mundo que es imposible sin un acercamiento estratégico. A largo plazo, no existe ninguna otra alternativa para el desarrollo mundial, considera Andréyev, pero hoy en día uno de los desafíos principales proviene de la emigración ilegal desde las regiones poco desarrolladas que amenazan con traer la inestabilidad al mundo ya integrado.
No obstante, dice el experto, el carácter cada vez más multipolar del orden mundial modifica el enfoque sobre el problema de los visados. Actualmente se están formando nuevas coaliciones regionales y mundiales. El acercamiento mutuo entre sus integrantes inevitablemente conducirá a la simplificación de los procedimientos de visados, algo que se puede observar con respecto a los países del bloque BRICS.
Andréyev concluye que los países desarrollados están interesados en el intercambio de información entre sí y en el fortalecimiento de la estabilidad internacional y del control sobre los procesos globales, por lo que las restricciones fronterizas entre ellos se van a suavizar gradualmente. Sin embargo, para naciones menos desarrolladas que de momento se perciben como una fuente de inestabilidad y una amenaza a la seguridad, las políticas acerca de los visados y las cuestiones fronterizas tenderán a endurecerse.
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