La resolución enmendará la Constitución de China, que desde 1976 ha proclamado la 'política del hijo único', informa la agencia Xinhua. La medida es parte de un plan para elevar las tasas de natalidad y aliviar la carga financiera motivada por el rápido envejecimiento de la población de China: se estima que en el año 2025 más de 300 millones de chinos estarán jubilados.
Los cambios entrarán en vigor a principios del próximo año.
China, con casi 1.400 millones de personas, es el país más poblado del mundo. La política de limitar la tasa de nacimiento a un niño por familia, que ha afectado al 63% de la población, ha evitado 400 millones de nacimientos desde 1980, según los datos del Gobierno.
Hasta hace unos años muy pocas familias chinas pudieron tener dos hijos: cuando ambos padres eran hijos únicos, familias de campesinos o minorías étnicas (si el primer bebé era una niña), o cuando uno de los padres era extranjero. Esta regla ha provocado una migración masiva a EE.UU., donde tras pagar 16.000 dólares una mujer china obtiene un billete de ida y vuelta, hoteles especiales con comida china y asistencia en chino, así como la ciudadanía estadounidense para su bebé.
Si una pareja decide dar a luz a un segundo hijo fuera de la ley, deberá pagar una enorme multa, que equivale a 2-6 ingresos anuales de la familia, también se corre el riesgo de perder el trabajo, algo muy grave para los empleados públicos chinos.
Si nace una niña, eso significa la muerte del género, porque en China solamente los varones pueden heredar el apellido de la familia. Por eso los empleados públicos chinos se enfrentan a un desafío muy grave: poder encontrar una mujer en el país, donde hay un tercio más de hombres que mujeres, y suplicar para que el bebé que nazca sea varón. Los abortos están perseguidos en la sociedad china y pueden provocar tanto la amonestación pública, como el despido.
La resolución, aprobada por el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China, va en el mismo paquete de nuevas medidas que la abolición de los campos de reeducación mediante el trabajo, que existieron en el país desde 1955. Durante décadas sirvieron para privar de la libertad a intelectuales y estudiantes críticos con el Gobierno.