A las 8.00 del primer día de 2014 los aficionados a la marihuana de todo el estado formaron cola para ser los primeros en participar legalmente en un mercado de 578 millones de dólares. Algunos llevaban esperando desde la 1.00 de la madrugada.
"Yo quería ser uno de los primeros en comprar la hierba y no ser perseguido por ello. Este final de la prohibición debería haber sido adoptado mucho antes", dijo Jesse Phillips.
La primera adquisición legal de marihuana con fines recreativos corrió a cargo de Sean Azzariti, veterano de la guerra en Irak que venía presionando por un cambio en la legislación del estado.
Según la ley aprobada el pasado mes de noviembre, en los recién inaugurados 'coffee shops' los consumidores podrán comprar hasta 28 gramos de marihuana bajo la condición de tener al menos 21 años, mientras que los residentes de otros estados solo podrán comprar 7 gramos.
Además, la legislación establece una carga impositiva del 25% sobre la venta de marihuna y estipula que cada persona puede cultivar hasta seis plantas, quedando limitado su número por familia a doce. Sin embargo, la ley prohíbe su uso en lugares públicos.
Quienes se oponen a la legalización del uso recreativo de cannabis advierten que las ventas aumentarán el consumo entre menores de edad y creará más adictos a las drogas. "Esta es una batalla y si actuamos lo suficientemente pronto podremos prevenir algunos de sus efectos adversos más graves", dijo a Reuters Patrick Kennedy, cofundador del Proyecto de Enfoques Inteligentes ante la Marihuana.