Allí volcaron bruscamente el bolso de la detenida y retuvieron al marido por el cuello con gran violencia, mientras escupían y golpeaban a la mujer, la cual gritaba con desesperación. "Además de golpearme y escupirme me hacía gestos obscenos delante de mis hijos. Me puse muy nerviosa", confiesa la ciudadana francesa, de origen africano.
Asimismo, la víctima agregó que, aparte de las marcas físicas, la agresión le ha dejado secuelas psicológicas, porque, asegura, revive el incidente "constantemente".
Ni el hipermercado donde ocurrió la agresión ni la empresa de seguridad han querido pronunciarse sobre los hechos. La pareja fue atendida por los servicios de urgencias de un hospital local y tardó días en poder poner la denuncia, ya que la Guardia Civil de Torrevieja, una localidad turística del sureste de España, carece de traductor.