El extraño incidente salió a la luz cuando el personal de un hospital del distrito de Gúrievsk, en la provincia siberiana de Kémerovo, a 2.900 kilómetros al este de Moscú, alertó a la Policía de que dos pacientes que acudieron al centro sanitario el pasado martes presentaban un tipo de herida que normalmente se asocia con el pintor Vincent van Gogh.
Pero mientras que el famoso artista neerlandés se cortó una oreja en un ataque de depresión, los policías pronto establecieron que los dos rusos se habían cortado sendas orejas por haber perdido un pulso cada uno, según la página web del departamento local del Ministerio de Interior.
Los dos hombres no identificados habían estado bebiendo para celebrar la Navidad ortodoxa, que se festeja el 7 de enero, cuando decidieron echar un pulso.
"Según la apuesta, acordada en estado de embriaguez, el perdedor tenía que cortarse una oreja", dice un comunicado policial difundido el viernes después de interrogar a los dos hombres.
El perdedor de la primera ronda protestó por el resultado y exigió un pulso de revancha, que ganó. Entonces, de acuerdo con las reglas establecidas, cada uno de ellos tomó un cuchillo y se cortó una oreja, una de las cuales resultó seccionada completamente y la otra solo parcialmente.