Ante la crítica levantada por la polémica decisión, el anuncio oficial de Dallas Safari Club informa de que la subasta se organiza para la preservación de esta especie de rinoceronte, ya que el dinero obtenido será transferido al Gobierno de Namibia y destinado a medidas protectoras.
Los organizadores de la subasta aseguran que los cazadores estarán acompañados por encargados locales, quienes garantizarán que solo sea abatido un animal que ya no esté en edad productiva. El club cinegético argumenta que la caza selectiva es una medida positiva para la especie y el Gobierno de Namibia vende permisos similares para la caza de leones y elefantes.
"Es la mejor manera de aumentar la población de rinoceronte negro", dice Ben Carter, director ejecutivo de Dallas Safari Club, aunque los ecologistas califican la idea de sacrificar a un animal para estimular el aumento de la especie de ''perversa'' y de ''broma de mal gusto''.
Mientras tanto, de acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), los rinocerontes negros son una de las especies en mayor peligro de extinción del planeta, ya que su población se estima en unos 5.000 ejemplares, 1.700 de los cuales habitan en el sur de África.