Al grito de "¿Estamos comiendo una comida sospechosa? ¡Tenemos el derecho a saber!", algunos de los activistas se encadenaron a los vehículos aparcados en la zona. Uno, vestido de rata gigante, bailó sobre la señalización de la compañía Monsanto. La Policía evacuó cinco vehículos y detuvo, al menos, a seis personas, incluido el 'hombre rata', por "actos de desobediencia civil".
Mientras tanto, el director ejecutivo de Monsanto, Hugh Grant, subrayó ante los accionistas que la empresa está a favor del etiquetado voluntario, pero que el etiquetado obligatorio es totalmente "inaceptable". Argumentó que está probado que los productos biotecnológicos son seguros, y agruparlos con la sal y las calorías sería perjudicial e incorrecto desde el punto de vista científico. En la votación de los accionistas con la que se culminó la reunión, solo un 4% apoyó la idea de poner obligatoriamente en las etiquetas las palabras 'productos genéticamente modificados' y un 6,5% se mostró a favor de responder los riesgos financieros asociados con la contaminación a causa de los OGM.