Varias personas acudieron a la estación de bomberos en busca de ayuda para Medric Cecil Mills y todos ellos fueron rechazados por los bomberos, que -según su testimonio- les repitieron a cada uno de ellos que no podían prestar ayudar hasta que alguien no llamara al 911. Pese a todo, al cabo de unos 20 minutos la ayuda finalmente llegó gracias a que un policía llamó a urgencias, según el diario 'The Washington Post'. Mills murió de camino al hospital.
"No hay palabras para describir cómo esta ciudad ha fracasado", expresó la hija al diario. A raíz de lo ocurrido las autoridades emprendieron una investigación y 15 bomberos están siendo interrogados para esclarecer la negligencia del servicio en un momento de emergencia.
"Estoy muy perturbado y decepcionado por lo que parece ser una respuesta inapropiada", dijo Paul A. Quander Jr., el teniente de alcalde de seguridad pública. "Mills era alguien que trabajó para el Distrito durante años, y el dolor y la angustia por la que su familia ha pasado es inaceptable", agregó.
Quander opina que nada debe detener a un bombero de ayudar a alguien en apuros. "No deber esperar a que les llamen", dijo. "Tenemos que responder a este incidente", concluyó.