Con 7 millones de jóvenes especialistas que solo en 2013 salieron de la universidad, a los graduados chinos se les pone cada vez más cuesta arriba conseguir un trabajo en plena desaceleración de la economía, sobre todo cuando los empleadores subrayan la importancia de los criterios físicos en la selección de un candidato.
Dada la enorme competencia existente y con una tasa de desempleo del 10% entre jóvenes, muchos estudiantes chinos creen que cambiarse los rasgos faciales con una operación plástica inspirada en el perfil de la Torre de Eiffel, es decir, luciendo una nariz recta, resultarán más atractivos para los potenciales empleadores.
"Estamos influenciados por la belleza de la Torre Eiffel. No nos limitamos a agregar algo a la nariz, sino que la reconstruimos", afirma el cirujano Wang Xuming, que realiza aproximadamente doce operaciones de este tipo al mes.
Una operación de 'nariz Torre Eiffel' cuesta aproximadamente 9.800 dólares, pero el precio no detiene a los jóvenes en busca de trabajo. "Yo era gordo, y después de la cirugía, encontrar un trabajo puede ser más fácil", dice Xu Yang, de 26 años, que se sometió a una liposucción.
"Los empleadores a veces se preocupan más por su apariencia que por su experiencia, especialmente para los puestos de trabajo de cuello blanco", concluye.