El incidente tuvo lugar en 2009, en los alrededores de la localidad de Usk, en Gales. Una patrulla frenó a Robert Whatley por no llevar el cinturón, pero el anciano siguió conduciendo antes de que el policía terminara de hablar con él. La patrulla le persiguió durante 17 minutos y cuando finalmente logró pararle, en lugar de abrir la puerta de su coche, Baillon golpeó la ventanilla con una porra metálica, mientras su colega saltaba sobre el capó y pateaba el parabrisas. Todo el proceso quedó grabado por la cámara del coche policial. El video fue filtrado a YouTube y se convirtió en un viral rápidamente.
Según asegura Whatley, no tenía ni idea de que le estaban persiguiendo y el ataque policial fue todo un choque para él. El jubilado, que recibió una indemnización de 20.000 libras (unos 32.000 dólares) por el destrozo de su coche, insiste en que la suma de 700.000 dólares otorgada a su 'agresor' es un pago "totalmente ilógico por un comportamiento totalmente irracional".