Luego toman a un perro seleccionado para participar en el ritual, y a través del cuello, le ponen el lazo que se fija en su pecho. Después de colocar al perro en la estructura empiezan a poner rectos los pilares inclinados que, por su parte, enderezan la cuerda, haciendo girar al animal a gran velocidad. Al final de los giros, la víctima, desatada y asustada, cae al agua.
De acuerdo con los organizadores, los perros no mueren ni resultan heridos durante el ritual. Sin embargo, según los testigos del impactante espectáculo, hay casos en los que los perros se ahogan, tras caer en el agua totalmente desorientados, mareados y sin capacidad para nadar.
Los desdichados animales participantes también sufren a menudo lesiones como las que deja la cuerda apretando el cuerpo y dañando los órganos internos, o las que recibe el perro tras caer en el agua en estado de choque y tragar agua sucia que entra en sus pulmones.
'Trichane na kucheta' fue prohibido en el año 2006 tras la entrada de Bulgaria en la Unión Europea. Sin embargo, en 2011 el alcalde del pueblo donde se llevaba a cabo, Brodilovo Petko Arnaoudov, permitió a los habitantes renovar la tradición con la excusa de la complicada situación económica en la región, que podría mejorar gracias al aumento de la cantidad de turistas atraídos por esta 'festividad'.
Las Organizaciones para la Protección de los Derechos de los Animales en Bulgaria, Europa y América se oponen firmemente a la celebración del ritual. Así este año la activista por los derechos animales Carmen Martínez, residente en Londres, publicó en Internet una petición para evitar que el ritual se realice en la primavera de 2014. La petición en línea estará activa hasta el 1 de marzo y ya ha recibido 21.000 votos de los 27.000 necesarios para la prohibición del evento.