Los datos muestran que en Vaticano se consumen 74 litros de vino por habitante de promedio, lo que más o menos equivale a 105 botellas en el transcurso de un año. Eso es aproximadamente el doble de la cantidad que consume una persona de promedio en Francia y Italia, y el triple que en Reino Unido, según informa 'The Independent'.
Este hecho se debe a dos factores fundamentales: al uso del vino en el rito de la comunión durante las misas y a una demográfica inusual y bastante uniforme, ya que los 840 habitantes de Ciudad del Vaticano son mayores, allí no viven niños, la inmensa mayoría son varones y tienden a comer todos juntos.
El único supermercado que vende allí vino lo hace casi sin impuestos asociados, lo que también favorece un mayor consumo.