La estadounidense Diane Schou viajó 1.700 kilómetros desde su casa en Iowa para unirse a 147 personas en la ciudad aislada de Green Bank, Virginia Occidental. "Me acostumbré a sentir dolor todo el tiempo mientras vivía en Iowa. Lo sentía siempre. Si alguien pasaba detrás de mí con un celular o dispositivo con wifi era una agonía. Pero desde que estoy aquí en Green Banks la enfermedad se ha curado", señaló Diane al diario 'Daily Mail'.
Green Bank, ubicada en una zona montañosa, está en el centro de un área de más de 30.000 kilómetros cuadrados catalogada Zona Nacional de Silencio de Radio. Teléfonos móviles, radio, televisores y wifi están prohibidos para evitar interferencias con un gran radiotelescopio instalado en la localidad.
Como Schou, decenas de estadounidenses que se quejan de alergia a las señales electromagnéticas se han mudado a esta parte del país huyendo de la tecnología que les hace sufrir.
Los afectados tienen los siguientes síntomas: ardor en la piel, dolor en el pecho y jaquecas.
En Green Bank aseguran que la enfermedad conocida como 'hipersensitividad electromagnética' ha desaparecido al llegar al municipio. En 2013 36 personas se mudaron a Green Bank.
Cerca de un 4% de los habitantes de Estados Unidos y el Reino Unido padecen hipersensibilidad electromagnética. A pesar de que hay más de 30 estudios dedicados a esta afección, solo Suecia lo considera una patología, según 'Daily Mail'.