Glenn Ford, que ahora tiene 64 años, fue acusado en 1983 de asesinar al joyero y relojero Isadore Rozeman, para quien realizaba esporádicos trabajos de jardinería. A pesar de que Ford siempre negó su implicación en el crimen, tuvo que pasar 26 años en la Penitenciaría Estatal de Luisiana (también conocida como 'Angola') a la espera de la ejecución de la pena de muerte, informa la BBC.
La absolución de Ford se hizo posible gracias a nuevas informaciones presentadas por sus abogados que demostraron que el hombre no se encontraba en el lugar del homicidio en el momento de los hechos. Según el medio británico, el tipo de pruebas presentadas en la corte no se concreta para no dificultar la investigación que debe permitir encontrar al verdadero asesino.
El inocente salió de la cárcel unas horas después de la revocación de la condena. En una entrevista Glenn Ford admitió que siente resentimiento: "He pasado casi 30 años encerrado por algo que no hice… No puedo volver atrás y hacer lo que debería haber estado haciendo cuando tenía 35, 38 o 40 años".