Varios funcionarios y empresarios influyentes se reunían para contemplar cómo se daba muerte a los tigres para mostrar su estatus social, escribe el medio, que menciona también la existencia de un video de la electrocución de uno de estos grandes felinos.
Después de morir los animales eran descuartizados, para lo cual se contrataba a un carnicero, escribió el medio, añadiendo que un kilo de carne de tigre se vendía por 1.000 yuanes (160 dólares), y los huesos, por 14.000 yuanes (cerca de 2.250 dólares) el kilo. Los empresarios compraban la carne y los huesos de tigres, que se consideran muy beneficiosos para la salud, como regalos para los funcionarios, según el informe.
El carnicero contratado para descuartizar los cuerpos murió durante el operativo cuando intentaba huir de la Policía.
"Es probable que antestesiaran a los animales para poder transportarlos. Pero los compradores los examinaban para cerciorarse de que estaban vivos", dice el informe, citando una fuente policial anónima.
La caza ha provocado que el número de tigres haya disminuido desde 100.000 ejemplares hace un siglo hasta unos 3.000 en la actualidad, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.