La botella con una postal dentro la lanzó en 1913 desde Dinamarca un alemán de 20 años llamado Richard Platz.
Tras tanto tiempo 'buceando' en las aguas marinas el mensaje se había hecho poco legible. Sin embargo, al estudiarlo, los expertos lograron establecer quién era el remitente y localizaron a una pariente: la berlinesa Angela Erdmann, de 62 años. "No puedo contener las lágrimas", dijo Erdmann cuando le llevaron el hallazgo a su casa: la mujer nunca conoció a su abuelo, que murió en 1946 con 54 años de edad.
La botella será exhibida en el museo de Hamburgo hasta el 1 de mayo, después de lo cual los expertos la seguirán estudiando. Hasta este hallazgo, se consideraba el mensaje de botella más viejo uno enviado en 1914 que pasó en el mar casi 98 años.