La forma y el aspecto de la cara de un bebé, sumado a la gran variedad de expresiones, a menudo cambian drásticamente en la edad adulta, razón por la cual es difícil de modelar y predecir los cambios físicos. Sin embargo, esta nueva técnica aprovecha el análisis de miles de caras de la misma edad y sexo, y a continuación calcula los cambios a medida que el bebé envejece.
En un pequeño experimento para comprobar la efectividad del software, se dio a escoger a los participantes entre dos fotos, una real y otra hecha a partir del programa. Para sorpresa de todos, no pudieron encontrar diferencias entre la imagen real y la otra.
Aunque a primera vista parece ser un software para entretenerse, este programa podría ser una herramienta muy importante para elaborar las reconstrucciones de niños desaparecidos o secuestrados de los que se desconoce su paradero desde hace varios años.