El único deseo de los ciudadanos de las regiones del este de Ucrania es convocar un referéndum sobre el estatus de la región, pero Kiev les trata como a terroristas y ha mandado al Ejército regular.
"Estoy indignada por cómo el Gobierno se está mintiendo en todo. Dicen que somos terroristas. ¿Pero qué terroristas somos? Soy una profesora y enseño a los niños lo que es bueno", comentó una ciudadana de Slaviansk.
Para la mayoría de la población de este municipio ucraniano las barricadas son una parte cotidiana de la vida en un país al borde de una guerra civil. Como el plazo del ultimátum presentado a Kiev se está acabando, las barricadas se multiplican y los grupos de autodefensa están aumentando.
En la provincia de Donetsk las autodefensas intentaron bloquear el paso por una zona boscosa a cuatro vehículos blindados con 15 soldados cada uno de ellos, enviados por Kiev para acabar con el movimiento popular.
"No dejaremos al Ejército entrar en la ciudad, estamos transfiriendo los puntos de control a las afueras para que, en caso de un choque, los residentes pacíficos no resulten afectados", dijo un comandante de una unidad de autodefensa.
Las ciudades ucranianas como Slaviansk y Donetsk están rodeadas por soldados del Ejército regular que cada noche estrechan el cerco con carros blindados. Los vecinos están dispuestos a luchar, pero tienen pocas posibilidades por falta de armamentos.
"El mayor problema que tenemos son las armas y la munición. Todo el armamento que tenemos son cócteles molotov, fusiles y pistolas que nos dio la Policía. Es todo lo que tenemos. Pero ellos tienen armas americanas, balas explosivas", añadió el comandante.
Hasta ahora se trata de incidentes puntuales, picos de tensión y escarceos nocturnos, sin embargo, aquí todos saben que cualquiera de estos chispazos, podría encender una guerra civil. Y no se trata solamente de conflictos entre las autodefensas y el Gobierno autoproclamado en Kiev. Las disputas y peleas aparecen también en el seno de las familias.
"Ahora tenemos conflictos en las familias. Mi nieto me dice: abuela, te doy un beso aunque seas una separatista. Es horrible", confesó la maestra de Slaviansk.