La bonanza económica de Perú propicia cifras casi epidémicas de cáncer de mama

En Perú el crecimiento económico ha provocado el aumento proporcional de los casos de cáncer de mama, una enfermedad que se cobra la vida de al menos cuatro mujeres al día. Para combatirla se ha puesto en marcha una campaña de prevención.
Con el crecimiento económico del 5,4 % de su PIB, Perú ha cambiado de ritmo y vive una etapa de bonanza económica. Sin embargo, salen a la luz otros datos en materia de salud que revelan que en este país latinoamericano los casos de cáncer de mama crecen desmesuradamente.
 
Según la Organización Mundial de la Salud y la Liga Contra el Cáncer cada año se detectan 4.900 casos, lo que se traduce en cuatro muertes diarios debido a la enfermedad. Detrás de estos números hay personas que sobrevivieron luchando contra el cáncer.
 
"En el Perú no habido una política estratégica para afrontar esta enfermedad. El problema es nacional, no estamos bien en lo que es tema de educación todavía. Entonces no dan bien la información de salud", indica Susana Wong, la directora de la organización Club de la Mama.
 
Según la Liga Contra el Cáncer, un 5% de los casos se detectan cuando la enfermedad está ya desarrollada, lo que dificulta el tratamiento. Las cifras más preocupantes son que los próximos veinte años los casos de cáncer se triplicaran en el Perú. La comunidad científica no duda en calificar el problema como el primero de salud nacional.
 
El doctor Raúl Velarde, director médico de la Liga Contra el Cáncer, en menos de 10 años ha pasado de tratar una treintena de casos a los actuales 200. Para él los factores de riesgo son varios, y están vinculados a dinámicas que se relacionan con los nuevos hábitos sociales de consumo de la ciudad peruana.
 
"No tener hijos o tener hijos tardíamente aumenta el riesgo. La obesidad aumenta el riesgo. Ya está demostrado que el nivel socioeconómico es importante. A mayor nivel socioeconómico, más cáncer de mama. A más bajo el nivel, más cáncer de cuello uterino", explica el doctor.
 
Los cambios en la alimentación o los hábitos reproductivos son inherentes a la evolución social del Perú, pero se espera que vayan acompañados de medidas para prevenir un drama que viven casi 5.000 familias cada año.