Los adolescentes empleados en estas plantaciones muy frecuentemente contraen enfermedades que les producen vómitos, náuseas, dolores de cabeza y mareos durante el trabajo, todos ellos síntomas compatibles con una intoxicación aguda de nicotina. Las más peligrosas son las hojas viejas, mientras que las hojas verdes y frescas causan menos efecto; la toxicidad aumenta con la edad de la planta.
Es más, los jóvenes trabajan hasta 60 horas a la semana en las plantaciones sin que les paguen por las horas extras, a menudo en un calor extremo. Pueden estar expuestos a pesticidas que son neurotoxinas muy fuertes.
Las compañías de tabaco no deben beneficiarse de la mano de obra infantil para trabajos peligrosos
Muchos también manejan herramientas y equipos peligrosos, levantan cargas pesadas y suben a alturas peligrosas para poner el tabaco a secar.
Los autores de la investigación subrayan que grandes compañías tabacaleras como Marlboro, Newport, Camel y Pall Mall no pueden vender legalmente cigarrillos a niños y adolescentes pero se benefician del trabajo infantil.
En 2011, el Departamento del Trabajo de EE.UU. propuso cambios para prohibir que los menores de 16 años pudieran trabajar en las plantaciones de tabaco, pero las propuestas fueron retiradas en 2012.
Niños de tan solo 12 años pueden trabajar legalmente en las plantaciones; es más, en pequeñas haciendas hay trabajadores todavía más jóvenes, alerta HRW.
"Las compañías de tabaco no deben beneficiarse de mano de obra infantil para trabajos peligrosos. Deben adoptar políticas claras y exhaustivas para sacar a los niños de los puestos peligrosos en las plantaciones de tabaco y asegurarse de que las plantaciones cumplan las reglas establecidas", dice la investigadora Margaret Wurth, citada por 'The Independent'.