Los pintores comparten la creencia de muchos indignados, quienes opinan que los 11.000 millones de dólares que se han gastado en la Copa del Mundo —contando el "dinero robado"— deberían haber sido utilizados para mejorar el transporte, la sanidad y la educación.
"Es una buena manera de exponer los problemas del país", dijo a 'The Guardian' el artista del grafiti Pauo Ito. "Si el Gobierno no quiere exponer estas cosas es porque se siente avergonzado. Si se sienten avergonzados por esto, tendrían que tomarlo más en serio, por lo menos, esa es nuestra intención".
La indignación de las personas solo va en aumento a medida que el torneo se acerca, incluso la sesión de entrenamiento de la selección brasileña antes del evento fue centro de las protestas.
Anti-World Cup Graffiti in Brazil protesting against the governments priorities. pic.twitter.com/cTjg6dDSNw
— Deco Gee (@declanglass10) 21 мая 2014
Mientras tanto, los grafitis que celebran el próximo torneo y representan a los héroes del fútbol nacional —quienes podrían obtener su sexto título mundial— están siendo objeto de 'retoques'.
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