Doce de ellos aparecen en la portada del periódico, donde se aprecian inmigrantes estadounidenses procedentes de Italia, Polonia, Alemania, Eslovaquia, Croacia, Irlanda, Noruega, Escocia, Inglaterra, Holanda, Hungría y un estadounidense de origen judío, pero nacido ya en EE.UU.
En la primavera de 1910 el flujo de la inmigración a Estados Unidos estaba llegando a su máximo histórico, por lo que periodistas decidieron crear un retrato hipotético a partir de la mezcla de diferentes nacionalidades. Fue uno de los primeros intentos tecnológicos de crear un retrato del futuro, informa el portal 'Look at me'.
En 2013 la revista 'National Geographic' publicó una serie de fotografías bajo el nombre 'El rostro cambiante de Estados Unidos', en la que el fotógrafo estadounidense Martin Schoeller retrató caras de todos los matices, tonalidades, color de ojos y tipo de pelo.
The Changing Face of America: What the average American will look like in 2050. http://t.co/a2gz5doQeK via @NatGeo pic.twitter.com/9S649u6gaY
— John Luu (@stimulacra) April 14, 2014
La atención pública se centró en este retrato de Jordan Spencer (en el centro de la foto de abajo), de 18 años de edad, un residente de Grand Prairie del estado de Texas. Su foto se hizo viral y fue bautizada en la Red como 'El aspecto típico de una persona en el año 2050 según la revista National Geographic'. No obstante, el autor del proyecto solo supone que un estadounidense medio del futuro es una persona con mezcla racial.
En opinión de Nickolay Lamm, un joven investigador y diseñador de EE.UU., el aspecto que ofrecerán los humanos dentro de 100.000 años será una frente ancha, ojos grandes y piel pigmentada. Estas posibles evoluciones de la raza humana las sugirieron las conversaciones que mantuvo con Alan Kwan, doctor en genómica computacional en la Universidad de Washington.The All-American face isn't the blond-haired, blue-eyed one you might expect http://t.co/Xp5UYK8sqk
— Huffington Post (@HuffingtonPost) October 2, 2013
Según su hipótesis, dentro de 20.000 años los hombres tendrán un cráneo más alargado para acomodar el cerebro, de un tamaño superior al actual. Dentro de 60.000 años los hombres tendrán el cráneo todavía más grande, y los ojos también habrán aumentado de tamaño, ya que habremos colonizado el Sistema Solar y las personas que habiten en las colonias más alejadas del Sol tendrán que adaptarse a medios más oscuros. Los siguientes 40.000 años estarán marcados por un dominio total sobre la genética. Además, el rostro humano se habrá adaptado a las características que las personas considerarán atractivas: líneas fuertes y majestuosas, narices rectas, ojos de mirada intensa y rasgos faciales de simetría perfecta.
Al mismo tiempo, el famoso biólogo británico Steve Jones defiende la versión de que la evolución de la especie humana se ha parado prácticamente, por lo que el aspecto de la gente del futuro apenas cambiará. Según Jones, las fuerzas motrices de la evolución, como la selección natural y la mutación genética, no funcionan en el mundo moderno.
Además, la globalización prácticamente elimina la posibilidad de mutaciones eventuales en una sociedad aislada. A su juicio, los humanos modernos difieren entre sí diez mil veces menos de lo que deberían bajo las leyes de la naturaleza y la culpa de esto es de la agricultura. Sin embargo, con el lanzamiento en 2024 de la primera nave espacial tripulada a Marte la situación puede cambiar.