El 'derecho a olvido' fue respaldado el pasado mes de mayo por la justicia europea, lo que obligó a los motores de búsqueda como Google a retirar los enlaces a informaciones o datos de carácter personal publicados en el pasado que perjudican a un ciudadano y que no son pertinentes.
Tras recibir 70.000 solicitudes de usuarios que desean borrar información sobre ellos, Google mandó a varios medios como 'Daily Mail', 'The Guardian', BBC y Sky News una notificación en la que explicaban que los enlaces a algunos artículos suyos no aparecerían más entre sus resultados de búsqueda. Sin embargo, esta notificación, unida a la selección de artículos, ha provocado la indignación de los medios, que acusan a Google de censura y sabotaje, afirmando que los artículos borrados eran de interés público.
En particular, el diario 'The Independent' ha publicado un artículo, en el que cita a varios expertos, apuntando a que Google malinterpretó deliberadamete la decisión judicial para alimentar la ira pública contra la nueva legislación. "A Google le puede no gustar la decisión de la corte y, tal vez, quiera descreditarla, pero eso no debe llevarle a que la aplique de manera incorrecta para provocar una reacción", comenta en particular Jim Killock, director de la ONG Open Rights Group. Por su parte, la revista en línea 'Business Insider' cree que la acción de Google demuestra que el 'derecho al olvido' está teniendo el efecto predecible: "La censura de internet".
"La decisión judicial ha creado un temporizador para la libertad de expresión: Nuestros artículos pueden ser encontrados solo hasta que alguien pida que se oculten", escribe a su vez el periódico 'The Guardian'. Después de publicar su reacción negativa, Google restauró los enlaces a los artículos de este periódico, sin restablecer los demás.
Concretamente, han sido borrados artículos con historias incómodas sobre el exjefe de Merrill Lynch, Stan O’Neal, un árbitro del fútbol escocés y un abogado sobre el que pesan acusaciones de fraude, sobre empleados de una cadena de supermercados que insultaban a los clientes y sobre una compañía aérea acusada de racismo. Inexplicablemente, Google decidió además 'borrar' una historia sobre empleados franceses que se hacían caricaturas en notas de 'post-it' los unos a otros, pegándolos a las ventanas de sus oficinas, y otro sobre la enfermedad de la hija del famoso cantante Ozzy Osbourne.