Las tropas ucranianas entraron en estas ciudades cuando las autodefensas se retiraron ante la superioridad numérica del Ejército. En Kramatorsk personas anónimas están dejando por las calles urnas con carteles para delatar a los simpatizantes de las autodefensas y garantizar su castigo.
En Slaviansk la situación es bastante adversa. Según informan los vecinos, actualmente en la ciudad se realizan redadas en busca de los varones de entre 18 y 35 años de edad. Cuando los detienen, los fuerzan a servir al Ejército ucraniano para, como dicen, borrar con sangre sus culpas y utilizarlos en el asalto de Donbass. En caso de que no acepten el 'trato', los amenazan con fusilarlos.
En Internet también se han publicado mensajes con el mismo objetivo. En algunos foros de Kramatorsk, Slaviansk y Donbass, la gente señala con el dedo acusador a aquellos que de una manera u otra ayudaron a las milicias. La situación en las ciudades tras la retirada de las autodefensas parece que es muy complicada.
"Hoy en Kramatorsk hemos tenido un día de saqueo: los efectivos ucranianos han dado un ejemplo que han seguido los habitantes locales. Las tiendas han quedado destrozadas", dice un habitante de esta ciudad.
La intensidad de las emociones contrapuestas sacude las redes sociales. De hecho, en el espacio digital abundan los comentarios brutales e inhumanos.
Así pues, los que se oponen a la federalización insultan de una forma descarada a los milicianos y les desean una muerte inminente. Algunos hacen uso del cinismo más extremo al apuntar que el pesar de unos supone una fiesta para otros. Pero hay muchas más opiniones en esa misma línea como la que señala que luchar contra la ultraderecha es algo merecedor de la muerte.
Estos son algunos de los 'tuits' que acompañan las impactantes imágenes de los cuerpos sin vida de miembros de las autodefensas:
"Subnormales, pronto les harán trizas los de la Guardia Nacional. Aquí tienen fotos de sus camaradas. Jajaja. Esos también jugaban a ser del NKVD. Jajaja".
"Según datos previos, han muerto 155 autodefensas. Perdonen mi cinismo, pero esto es casi una fiesta".
El conflicto genera rencores, animadversión y odio en aquellos que no aceptan la voluntad de un pueblo que quiere vivir con normalidad, con autonomía y bajo la bandera de la paz. Pero, por desgracia, aún hoy en día existen desaprensivos que sacan lo peor de sí mismos y, no solo contentos con ello, lo pregonan a los cuatro vientos.