El 15 de julio su cliente presentó una demanda federal contra la ciudad de St. Clair Shores, los agentes de la Policía David Jacquemain y Jeremy Moskwa y el oficial de control de animales, Tom Massey. El texto alega que, tras matar a Lexie, los demandados violaron los derechos a la privacidad.
Según Olson, los acontecimientos que condujeron a los disparos comenzaron la madrugada del 22 de noviembre, cuando el abuelo de Preston, que padece demencia, accidentalmente dejó el perro fuera de la casa. Los vecinos de la familia llamaron a la Policía cuando el perro comenzó a ladrar excesivamente.
En un video grabado por la cámara del coche policial, disponible en Youtube, se puede escuchar lo que sucedió en el lugar de los hechos tras la llegada de los agentes.
Así, incluso antes de salir del coche, uno de los oficiales dijo: "Yo simplemente voy a disparar. No me gustan los perros".
Inicialmente el abuelo de la dueña de Lexie, que atendió a los agentes, afirmó que no sabía a quién pertenecía el animal. "Voy a matar este perro. Así que, si es tuyo, mételo dentro de la casa", dijo entonces uno de los policías.
Más tarde, el jubilado dijo que creía que el animal pertenecía a su nieta y se comprometió a dejarlo entrar a la casa. Sin embargo, sin esperar a que el hombre se llevara a Lexie, los agentes de policía dispararon contra el animal tres veces.
Ante la indignación del abuelo de Preston por haber matado el animal delante de él sin ninguna razón, el oficial respondió que les había atacado, lo cual según el hombre era mentira. Poco tiempo después un oficial disparó a Lexie por cuarta vez, después de que el animal herido fuera cargado en la camioneta del servicio de control de animales.
La demanda también alega que la autopsia general de Lexie identificó un total de 15 impactos de bala en el perro, lo que sugiere que los agentes dispararon al perro varias veces más después de llevárselo del escenario de los hechos.
De acuerdo con los medios locales, los oficiales involucrados en el tiroteo ya han sido sancionados.