"Los derechos de los palestinos, incluso de los niños, son denegados a gran escala, y es escalofriante", dice el funcionario, y después ya no puede seguir respondiendo a las preguntas por los sollozos, mientras la cámara se aparta por respeto a sus lágrimas.
La UNRWA se dedica a la ayuda y la protección de los refugiados palestinos en varios países de Oriente Próximo. Dispone también de instalaciones en la Franja de Gaza, que han resultado dañadas recientemente por los ataques del Ejército de Israel, y donde al menos siete colaboradores de la agencia murieron desde el 7 de julio. Al menos dos escuelas de la UNRWA recibieron impactos de fuego israelí en menos de dos semanas que causaron la muerte de más de 30 personas, niños incluidos.
El último ataque devastador tuvo lugar en la madrugada del miércoles, cuando Israel disparó deliberadamente contra la escuela en el campo de refugiados en Jabaliya, en Gaza, designada por la UNRWA como refugio para 3.300 palestinos desalojados por orden del Ejército israelí. El ataque fue fuertemente criticado por el jefe de la UNRWA, Pierre Krähenbühl, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.