La historia se desató en mayo, cuando surgieron las primeras informaciones sobre el caso de la violación en grupo en la provincia indonesia de Aceh, donde la ley sharia tiene estatus oficial. Ocho hombres locales acusaron a una viuda de 25 años de cometer adulterio con un hombre casado e irrumpieron en su casa para golpear a su pareja y violar a la mujer.
La Policía abrió un caso penal sobre el delito: detuvo a tres asaltantes y sigue buscando a los cinco restantes. Pero según las normas de la sharia vigentes en Aceh desde 2003, los culpables de adulterio tienen que ser castigados con hasta nueve azotes con vara, informa Amnistía Internacional.
Varias organizaciones de derechos humanos consideran la práctica de los castigos corporales presente en las normas de la sharia una infracción de los derechos básicos y, más concretamente, de la Convención de la ONU contra la Tortura ratificada por Indonesia en 1998.
Amnistía Internacional subraya que las normas de la sharia sobre el adulterio afectan desproporcionadamente a las mujeres, y que el Gobierno de Indonesia se ha negado a revocar los estatutos de la sharia en la provincia ya que forman una parte importante de la autonomía de Aceh.
En cuanto al caso de la mujer violada, por el momento sus abogados esperan más información sobre la condena por adulterio mientras la Comisión Nacional de Violencia contra la Mujer revisa los reglamentos locales que prevén los azotes con vara.