"Los pacientes tienen hambre, se mueren de hambre. No hay comida, no hay agua", afirmó una residente de la capital liberiana. "El Gobierno tiene que hacer algo más. Que permita a Ellen Johnson-Sirleaf [el Presidente de Liberia] hacer más", añadió.
Los espectadores aplaudieron cuando los trabajadores de salud, enfundados en sus trajes especiales, llegaron hasta el mercado para intentar detener al paciente infectado del virus mortal.
El hombre, que no presentaba síntomas clínicos de ébola como diarrea y hemorragia, se resistía a volver con los trabajadores sanitarios. Después de un forcejeo, los médicos lo agarraron y lo arrastraron hasta un coche de ambulancia.
De acuerdo con las últimas cifras presentadas por la Organización Mundial de la Salud, al menos 1.552 personas han muerto a causa del brote actual de ébola.