Joe nunca pensó que su nombre pudiera convertirse en un requisito clave para obtener trabajo. Llamarse José podía resultar 'demasiado hispano', así que el joven decidió realizar un pequeño cambio en su nombre y quitarse la letra 's'. A partir de entonces los empleadores verían en su currículum Joe, denominación mucho 'más anglosajona'. A partir de ese momento todo cambió: las ofertas empezaron a llegar.
Esta es una ciudad discriminatoria; hay discriminación en todos los lugares, a todos los nivelesEl joven comenzó a encontrar empleo, aunque de manera temporal. Pero en José quedó una sensación agridulce. Se dio cuenta de que la discriminación le había afectado de lleno.
"Esta es una ciudad discriminatoria; va ha haber discriminación en todos los lugares, a todos los niveles. Ciertas compañías, ciertos empleadores lo han visto en la forma como: 'Si yo soy dueño de una tienda boutique y llega un cliente de dinero creo que 'un José' no puede vender mi producto como 'un Joe'. A veces esa forma de eliminación puede llegar por el nombre", explicó Zamora a RT.
José sabe que no es el único latino que tiene que pasar por esto. "Yo he trabajado en muchos sitios, por ejemplo con Mary que en realidad es María pero en trabajo la llamábamos Mary. Un Jesús, al que llamaban Jessy, que es un nombre más aceptado. Los David se convierten en 'Deivid', claro. Pedro, Pete. Los nombres de Jesús, María, Pedro no creo que les hubieran ofrecido oportunidades", lamentó.
La discriminación sigue siendo una realidadLos activistas subrayan que este tipo de discriminación contra los latinos es sistemática en EE.UU. "La discriminación sigue siendo una realidad. Cómo se define uno por su nombre, por su acento, diferentes aspectos de su etnicidad y de su cultura latina sigue impactando en cómo nos emplean", asevera Arturo, activista latino de la organización Presente.
En EE.UU. hay decenas de millones de hispanohablantes; numerosos estados, ciudades, calles y accidentes geográficos tienen nombre español. Sin embargo, parece que aun hay prejuicios a la hora de aceptar que lo hispano forma parte de este país. Incluso la propia ciudad de Los Angeles, donde nos encontramos, ha tenido adaptarse ya que los estadounidenses la conocen como 'LA'. De igual modo muchos latinos como José, "americanizan", como dicen ellos, sus nombres para poder encontrar trabajo.