El defensor de los animales registró todo tipo de actos violentos: puñetazos, azotes con alambres metálicos, aplicaciones de descargas eléctricas en los genitales, uso de cadenas para quitar la placenta después del parto o pinchazos con destornilladores. Algunos animales son suspendidos en el aire con un armazón metálico invasivo, y los más débiles o enfermos son arrastrados mediante un cargador.
"Las imágenes constituyen el ejemplo más notorio de crueldad hacia los animales que hemos visto jamás en la industria lechera", comentó el jefe de investigaciones del grupo, Matt Rice.
Ante la evidencia de esos abusos múltiples la granja ha suspendido sus operaciones y ha despedido a algunos de los empleados que protagonizaron el vídeo. Puesto que Winchester suministraba leche al fabricante más grande del mundo de queso de mozzarella, Leprino Foods, la dirección de esta empresa también se vio obligada a reaccionar.
Un comunicado expresó el rechazo rotundo a los métodos practicados en la granja Winchester y una profunda preocupación por la salud y el bienestar de los animales que dan su leche para la producción alimenticia de élite.
"Tan pronto como Leprino Foods conoció los abusos cometidos en esa granja lechera se cancelaron inmediatamente todas las compras a ese proveedor", aseguró la compañía. "Las acciones que muestra el vídeo son espantosas e inaceptables".
La oficina del alguacil del condado de Chaves, al que pertenece Roswell, inició una investigación conjunta con el Consejo de Ganadería de Nuevo México.