Según explicó Ali-Amadalla, los contrabandistas responsables de la tragedia les transportaron la mayor parte del camino en una embarcación pesquera. Al acercarse a Malta intentaron trasladarlos un barco menor. Al negarse los inmigrantes, los traficantes golpearon el barco con su nave y lo hicieron volcar. Todos cayeron al agua.
Un hombre intentó agarrarse del borde de la embarcación para salvarse, pero le cortaron las manos
"Nos trataron como a perros durante todo el camino, pero estos [los contrabandistas egipcios] fueron lo peor. En un momento dado, cuando todos estábamos ya en el mar, un hombre intentó agarrarse del borde de la embarcación para salvarse, pero le cortaron las manos y terminó en el agua. (...) La mitad de la gente murió de inmediato porque naufragaron junto con el barco", relató Ali-Amadalla.
El abultado número de muertos se explica porque pasó demasiado tiempo hasta que las autoridades maltesas conocieron lo sucedido y llegaron los primeros socorristas. Algunos de los náufragos pasaron hasta tres días en el agua, antes de que les lograran localizar y rescatar. Los migrantes contaron que por ese viaje tuvieron que pagar unos 4.000 dólares cada uno, según recoge la cadena BBC.
La mayoría de los viajeros provenía de Siria, la Franja de Gaza y varios países africanos. Todos ellos llegaron por diferentes caminos al puerto egipcio de Damietta, donde los traficantes les pusieron a todos juntos en el barco que hundieron en el Mediterráneo.