Sociedad
Las razones que empujan a estadounidenses a convertirse en vagabundos voluntarios
En EE.UU. ha surgido una nueva subcultura de los así llamados 'indigentes voluntarios'. Una comunidad de personas que no trabajan, pero que viajan por todo el país como cualquier turista, haciendo de esta actividad su estilo de vida.
Los 'sin techo' voluntarios se identifican simplemente como viajeros y no les gusta que los consideren como vagabundos, 'hippies' o personas sucias, informa el portal 'Pacific Standard'.
"Empecé cuando era un adolescente. Llevaba una vida algo aburrida en casa, por lo que decidí abandonarla tomando solo un poco de equipaje para ir a conocer nuevos lugares", dice Randy Angel McKlnney en una entrevista con el portal.
McKlnney agrega que en la sociedad hay muchas personas pobres, que han perdido su hogar, trabajo, etc., pero aclara que los 'viajeros hippies' no son indigentes. "Algunas personas empiezan a viajar y les gusta, por lo que se aferran a seguir haciéndolo aunque después pierdan sus empleos, pero están haciendo lo que les gusta", añade.
Según Randy, de 36 años de edad, en EE.UU. cada vez hay mucha más 'gente nómada' como él, incluso niños, especialmente en el sudeste y la costa occidental del país.
"Para muchos de nosotros es nuestro estilo de vida, lo hacemos por el deseo de vivir nuevas experiencias", asegura el viajero, pero también afirma que hay personas que lo hacen por "pedir caridad, emborracharse o causar problemas en los lugares que visitan".
"Al igual que en cualquier cultura o subcultura siempre hay personas buenas y malas", subraya McKlnney, quien obtiene fondos para sus viajes y de subsistencia mediante la venta de artesanías realizadas por ellos mismos o "cautivando a los transeúntes con su música".
Aunque asegura que algunas personas tienen "solventes cuentas bancarias" y de lo único que tienen que "preocuparse es que su equipaje sea lo menos pesado posible".
En la comunidad de los 'viajeros indigentes', asegura, no existe una jerarquía, racismo, fascismo o discriminación sexual. "Esta subcultura es bastante diversa, donde conviven gente de todas las razas y de todas las partes del mundo", dice McKlnney.
Muchos de estos viajeros tienen hijos, padres con quienes se comunican con frecuencia vía telefónica o ahora a través de las redes sociales.
Pero también critica la actual industria del turismo, que "lo único que hacen es sacarle el máximo provecho a los turistas". "Cuando éramos más jóvenes siempre tomábamos unas vacaciones en familia, pero esas vacaciones eran un poco diferentes. No íbamos a grandes hoteles de lujo, sino que tomábamos tiendas de campaña y acampábamos en algún bosque", recuerda el viajero.
Además, admite que no en todos los lugares son bienvenidos, porque son recibidos fríamente por la gente y la policía local. Mientras que en otros lugares son acogidos con agrado. "Sin embargo, tratamos de ver esas dificultades como una experiencia de la cual aprender y no preocuparnos de lo difícil que es", agregó.
Por último insta a otros viajeros como él o turistas en particular, a "no viajar solos porque puede resultar peligroso".
"Empecé cuando era un adolescente. Llevaba una vida algo aburrida en casa, por lo que decidí abandonarla tomando solo un poco de equipaje para ir a conocer nuevos lugares", dice Randy Angel McKlnney en una entrevista con el portal.
McKlnney agrega que en la sociedad hay muchas personas pobres, que han perdido su hogar, trabajo, etc., pero aclara que los 'viajeros hippies' no son indigentes. "Algunas personas empiezan a viajar y les gusta, por lo que se aferran a seguir haciéndolo aunque después pierdan sus empleos, pero están haciendo lo que les gusta", añade.
Según Randy, de 36 años de edad, en EE.UU. cada vez hay mucha más 'gente nómada' como él, incluso niños, especialmente en el sudeste y la costa occidental del país.
"Para muchos de nosotros es nuestro estilo de vida, lo hacemos por el deseo de vivir nuevas experiencias", asegura el viajero, pero también afirma que hay personas que lo hacen por "pedir caridad, emborracharse o causar problemas en los lugares que visitan".
"Al igual que en cualquier cultura o subcultura siempre hay personas buenas y malas", subraya McKlnney, quien obtiene fondos para sus viajes y de subsistencia mediante la venta de artesanías realizadas por ellos mismos o "cautivando a los transeúntes con su música".
Aunque asegura que algunas personas tienen "solventes cuentas bancarias" y de lo único que tienen que "preocuparse es que su equipaje sea lo menos pesado posible".
En la comunidad de los 'viajeros indigentes', asegura, no existe una jerarquía, racismo, fascismo o discriminación sexual. "Esta subcultura es bastante diversa, donde conviven gente de todas las razas y de todas las partes del mundo", dice McKlnney.
Muchos de estos viajeros tienen hijos, padres con quienes se comunican con frecuencia vía telefónica o ahora a través de las redes sociales.
Pero también critica la actual industria del turismo, que "lo único que hacen es sacarle el máximo provecho a los turistas". "Cuando éramos más jóvenes siempre tomábamos unas vacaciones en familia, pero esas vacaciones eran un poco diferentes. No íbamos a grandes hoteles de lujo, sino que tomábamos tiendas de campaña y acampábamos en algún bosque", recuerda el viajero.
Además, admite que no en todos los lugares son bienvenidos, porque son recibidos fríamente por la gente y la policía local. Mientras que en otros lugares son acogidos con agrado. "Sin embargo, tratamos de ver esas dificultades como una experiencia de la cual aprender y no preocuparnos de lo difícil que es", agregó.
Por último insta a otros viajeros como él o turistas en particular, a "no viajar solos porque puede resultar peligroso".
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