"Yo siempre le decía a mi gente: si rediriges un correo electrónico a uno de tus subordinados a la una de la madrugada y no recibes una respuesta inmediata te molestas un poco […]. Recibes un e-mail de tu jefe, por ejemplo, de Scott [Forstall, vicepresidente del sistema operativo iOS], y no estás muy seguro de qué debes responderle. Entonces, rediriges el mensaje a uno de tus empleados incluyendo a Scott para que vea la respuesta cuando llegue. Es un apuro si esta persona no contesta hasta la mañana siguiente. A esta persona la miran mal y fuiste tú quien la hizo quedar mal delante de los jefes. Y eso es lo que traté de explicarles. Es algo muy sutil: no te lo exigen, pero, seamos honestos, es lo que esperan de ti", comentó Melton.
Detalló, además, que para todos los trabajadores de Apple el domingo por la noche se considera horario laboral y todo el mundo está delante del ordenador o pendiente del teléfono porque los lunes se celebraban encuentros de ejecutivos. "Estoy de vacaciones pero me llevo el portátil. Tengo acceso a Internet todo el rato y es muy probable que abra mi correo cuatro veces al día. Y eso, estando de vacaciones. […] Pero si consultas tus e-mails solo cuatro veces te sientes como un vago. Si un e-mail de tu jefe pasa tres horas y media marchitándose antes de que tú lo contestes... ¡es terrible!", añadió Ganatra.
"Cuando alguien venía a mi oficina y decía que quería ser directivo yo le preguntaba: '¿Cómo has dormido esta noche?'. Me contestaban: 'Bastante bien', y entonces yo les decía: 'Pues mejor, porque es la última vez que vas poder dormir bien", confesó Melton. Admitió que su trabajo también era divertido, que le hacía sentir satisfecho y le permitía estar rodeado de "muchas personas brillantes", pero al mismo tiempo tenía un lado oscuro: "Todos ellos son adictos al trabajo, son personas brillantes pero psicóticas".
"La gente me preguntaba cómo es eso de trabajar al lado de Jobs y de otros […]. Para explicárselo yo recurría a una analogía. Les decía que era parecido a trabajar en una central nuclear, pero sin recibir un traje de protección. Hay mucha radiación y, o aprendes a sobrevivir, o mueres. […] No es que sean personas rencorosas o intenten hacerte tropezar, pero son personas muy intensas", explicó Melton. "Supongo que está bien que los ejecutivos y los altos directivos trabajen hasta la muerte, pero esperar que cualquier empleado conteste e-mails a las 11 de la noche un domingo no es manera de dirigir una empresa", concluyó.