"La epidemia del ébola es parable", insiste Atul Gawande, médico y colaborador de 'The New Yorker'. El especialista, que asistió a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. en el diseño de listas de los pasos a seguir ante posibles casos del ébola, formula una lista detallada de las precauciones que hay que tomar para detener la propagación del virus mortal en el país norteamericano.
"Los hospitales de todo el país están organizando sus protocolos de actuación. Los consultorios médicos deberían hacer lo mismo. Deben descargar las listas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades [CCPEEU]. Y luego todos deben hacer lo que otras profesiones de alto riesgo están haciendo desde hace años: formar al personal para que aprenda las técnicas de 'comunicación de bucle cerrado', es decir, confirmar verbalmente que la información crítica ha sido recibida y entendida", es su recomendación clave.
La 'receta' que da Gawande llega después de la revelación de los detalles del 'caso Duncan'. El hospital de Dallas que atendía a Thomas Duncan teóricamente estaba preparado para tratar a pacientes con ébola. Cuando Duncan acudió al centro hospitalario el 24 de septiembre la enfermera que lo atendió le hizo todas las preguntas necesarias de la lista del CCPEEU y marcó en su cuadro médico que se trataba de un potencial caso del virus mortal.
Sin embargo, esta información no fue plenamente comunicada a todos los miembros del equipo de atención. Como resultado, el médico que lo atendió ni se dio cuenta de que Duncan había estado recientemente en Liberia y lo trató como a cientos de otros pacientes que sufrían fiebre y dolores abdominales moderados, puesto que entonces Duncan todavía no mostraba los síntomas de diarrea severa y vómitos asociados con el ébola. Le diagnosticó una gastroenteritis viral leve y lo mandó a casa, donde pasó dos días hasta que su salud empeoró drásticamente y expuso a más personas al riesgo de contagio.
En cuanto a otras precauciones que hay que tomar para evitar el contagio, Gawande recuerda los siguientes consejos generales:
— identificar y localizar a las personas con las que ha tenido contacto el enfermo y comprobar su estado de salud a diario durante 21 días; si desarrollan fiebre, aislarlos de inmediato;
— la habitación donde está ingresado un enfermo de ébola no necesita una ventilación separada, pero sí una puerta que pueda cerrarse y personal médico que atienda únicamente al infectado;
— se puede entrar en la habitación llevando una indumentaria estándar resistente a líquidos, así como guantes, protección para los ojos y una mascarilla;
– si hay que tocar al paciente o, muy especialmente, exponerse a sus fluidos corporales, hay que ponerse dos pares de guantes y cubrirse las piernas y el calzado;
— aplicar máximas precauciones al quitarse y destruir los elementos de protección, así como a la hora de desechar la basura médica, fase durante la cual son necesarios procedimientos especiales.