Paleokostas se había labrado un apoyo popular mientras robaba bancos y secuestraba industriales usando dos tácticas infalibles: al mejor estilo de Robin Hood, repartía sus botines entre los granjeros e inmigrantes más pobres del país heleno, y alegaba que en ninguna de sus incursiones criminales había herido o dado muerte a una persona, informa la BBC.
Entre 1985 y 1992 Grecia sufrió una fuerte inflación, que muchos achacaban a la avaricia de los bancos. Que un ladrón los robara y después regalara el dinero era visto como algo heroico.
A mediados de los años 1980, al cumplir la mayoría de edad, Vasilis abandonó la casa de su padre, un granjero pobre, junto a su hermano mayor Nikos, y se dedicaron a lo único que sabían hacer distinto a trabajar la tierra: robar.
Los criminales roban carteras a las ancianas. Paleokostas estaba en un nivel diferente: la gente lo acepta como un bandido y como un héroe a la vez
Durante 15 años se especializaron en atracar bancos y joyerías bajo el mismo sistema: burlándose de la Policía y repartiendo en la huida su botín entre las personas más necesitadas.
La Policía griega ya no podía soportar una burla más y ofreció una recompensa impensada: 250 millones de dracmas (moneda griega antes de la entrada del país al euro en 2001), suma que equivalía a unos 924.000 dólares por quien diera información de Vasilis y su banda.
De ese modo, el Robin Hood griego se convirtió en el hombre más buscado del país y la cacería duró cuatro años: hasta diciembre de 1999 cuando Vasilis fue encontrado entre los heridos de un grave accidente automovilístico.
La primera fuga de Paleokostas ocurrió siete años después de aquel accidente. Mientras cumplía una condena de 25 años por secuestro y robo. Un helicóptero llegó a la prisión de Korydalos, la más grande de Grecia, y los guardias no interrumpieron el aterrizaje de la aeronave porque pensaron que se trataba de una visita de inspección. Pero no eran funcionarios oficiales: era el hermano de Vasilis, que había secuestrado un helicóptero y fue por él.
Sin embargo, dos años después de su fuga- en los que Paleokostas aprovechó para robar varios bancos y secuestrar a otro empresario- fue recapturado.
Vasilis terminó de nuevo en Korydalos, de donde volvió a escapar en 2009 y otra vez a bordo de un helicóptero. La fuga fue grabada por una de las vecinas de la prisión y en ella se escucha cómo los reos despiden a Paleokostas entre ovaciones.
Desde entonces, y a pesar de una persecución de alto voltaje que incluyó a agentes de la CIA, Vasilis permanece fugitivo y nadie sabe de su paradero.
"Los criminales roban carteras a las ancianas. Paleokostas estaba en un nivel diferente: la gente lo acepta como un bandido y como un héroe a la vez", dijo a la BBC uno de sus antiguos compañeros de prisión.