Tras hablar con varias personas, Harfenist llegó a la conclusión que en la comunicación cara a cara la gente no entiende la jerga de Internet, tan usada en la correspondencia con amigos y conocidos en la red. Bromas sobre la edad y el peso, así como palabras "qué cutre" y "fotobomba" no provocan reacciones positivas entre los transeúntes.
"¿Por qué comportarse en Internet como un capullo es mucho más fácil?", pregunta Lori Harfenist a una chica que fuma un cigarrillo a la que había llamado "estúpida" un par de segundos antes. "Porque no puedes ver las caras de las personas a las que insultas", respondió inmediatamente la chica.
En Internet la gente puede decir cosas que nunca se atrevería a decir en la vida real. "¿A la gente le provoca placer hacer sentir mal a los otros?", pregunta la presentadora a un chico. "¡Claro! Si quieres ser feliz, selo o haz infelices a otros para sentirte feliz en comparación con ellos", explica.
"Nadie quiere ser responsable de lo que dice o hace", concluye la presentadora.