De acuerdo con el exdirector general y ahora presidente del mayor fabricante de productos alimenticios del mundo, las grandes empresas deben disponer de todo el agua del planeta y la población no debería disfrutar de ella si no la paga.
Nestlé, que notificó a finales de octubre el envío de hordas de 'guerreros de Internet' para defender la empresa y sus acciones en línea, defiende la postura de Monsanto y su "seguridad comprobada". No en vano, el exdirector general de Nestlé, Peter Brabeck-Letmathe, admite que su idea sobre la privatización del agua es muy similar a la de los transgénicos de Monsanto. En una entrevista Brabeck-Letmathe afirmó que nunca ha habido "enfermedad alguna" causada por el consumo de organismos genéticamente modificados, según Anthony Gucciardi, comentarista del portal NaturalSociety.
Gucciardi recuerda que el gigante Nestlé es una empresa que extrae el agua subterránea para algunos de sus productos, destruyendo por completo el suministro en zonas rurarales sin compensación alguna.
Como informó Corporate Watch, Nestlé y su exconsejero delegado tienen un largo historial de desprecio a la salud pública y de abuso del medio ambiente pese a tener ganancias anuales del orden de 35.000.000 dólares por la venta de botellas de agua. "La producción de agua mineral Nestlé implica un abuso de los recursos hídricos vulnerables. En la región de Serra da Mantiqueira de Brasil, el bombeo excesivo ha provocado daños y agotamiento a largo plazo", asegura Corporate Watch.
"¿Entonces, es el agua un derecho humano, o debe ser propiedad de grandes corporaciones? Bueno, si el agua no es de todos, entonces tal vez el aire deba ser propiedad de grandes corporaciones también. Y en cuanto a los cultivos, Monsanto ya está trabajando duro para asegurarse de afianzar su monopolio sobre nuestros cultivos básicos y más allá", afirma NaturalSociety.