De acuerdo con la organización, que cita datos recogidos hasta el 2012, en la actualidad no hay cifras fiables del número de menores forzados a tomar parte en un conflicto, pero se ha revelado la situación del reclutamiento de niños en al menos 19 países del mundo, entre los que se encuentra Colombia.
Reclutar niños soldados es una práctica habitual en el seno de muchos conflictos, la guerra y la violencia se tornan una situación normal, la única que muchos menores han conocido, denuncia AI. Estos menores han sido secuestrados en la calle o sacados de las aulas. Otros muchos son forzados a salir de sus casas a punta de pistola, mientras unos padres angustiados los ven partir sin poder hacer nada.
Lamentablemente, agrega la organización, los menores aportan 'ventajas adicionales' a las bandas armadas, ya que obedecen sin revelarse ni organizarse, son fácilmente reemplazables y además se convierten pronto en fanáticos en su adhesión a los grupos armados. Pero también son obligados a servir como señuelos, detectores de la posición enemiga o guardaespaldas de los comandantes, porteadores de municiones, agua o alimentos, en tanto las niñas cumplen una función de objeto sexual para los adultos.
El coste personal que deben pagar los niños y niñas soldados es muy elevado: insensibilizados y profundamente traumatizados por la experiencia vivida, señaló Amnistía Internacional.