En Bombay, la actriz Pooja Singh, vestida con un 'top' y minifalda, también emprendió un paseo de 10 horas, pero al contrario no recibió ningún comentario procedente de vecinos locales de sexo masculino. Aunque varios hombres le miraban fijamente, ninguno de ellos le dijo nada.
Tampoco se detectaron intentos de acoso sexual en las calles de la ciudad más poblada de la India, mientras que en Nueva York sí se registraron más de 100 casos de este tipo.
"Ni un solo intento de acoso a la mujer tuvo lugar en la ciudad que ha diversificado su cultura, su demografía y su economía. Las ciudadanas están seguras, son respetadas y tratadas de manera imparcial", se menciona en la parte final del video.
Los resultados de este experimento sorprendentemente contrastan con las condiciones actuales en las que tienen que vivir mujeres en el resto del país. Los registros policiales muestran que cada 22 minutos se comete una violación en la India, un país de 1.200 millones de habitantes. Sin embargo, los activistas de derechos humanos afirman que esta cifra no refleja la realidad debido a la arraigada cultura de tolerancia ante la violencia sexual existente en el país, que conlleva que muchos casos no se denuncien.