"La basura me molesta," dijo Yo, que limpia las calles como parte de su derecho para difundir la cultura de la limpieza. Él no solo recoge la basura, sino que también la separa para reciclar e involucra a sus hijos.
"Tengo dos nombres. Mi primer nombre es Yo y mi segundo nombre es 'el jefe de la limpieza'", se ríe el coreano. Yo ha estado limpiando las calles de Baréin durante los últimos 11 años, incluso utiliza sus propias bolsas de reciclaje traídas de Corea.
Una vez durante los años de su trabajo voluntario la policía lo tomó como un trabajador que no llevaba el uniforme adecuado. Pero el señor Yo les explicó: "limpio el lugar donde me encuentro".