De acuerdo con el estudio más extenso existente sobre la materia, publicado recientemente en la revista Anaesthesia y citado por CNN Wire, los pacientes que se despiertan durante una cirugía sienten asfixia, parálisis y dolor entre otras emociones.
Entre los síntomas que se experimentan durante esa situación, la parálisis es la que causa mayor angustia a los pacientes -mucho más que el dolor-, según el profesor Jaideep Pandit, anestesista consultor de los Oxford University Hospitals y autor principal del estudio.
"La parálisis es aterradora y la mayoría de gente jamás la ha experimentado", explica el especialista.
"Estaba despierta, pero paralizada", recuerda Carol Weihrer, que se sometió a una cirugía ocular en 1998. "Podía oír lo que el cirujano le decía a su aprendiz, que 'cortara más profundo en el ojo'", añade. "Yo gritaba, pero nadie me oía. No sentía dolor, solo una sensación de tirón. Intentaba mover los dedos de mis pies o incluso bajarme de la mesa de operaciones, pero no me podía mover. Pensé que me estaba muriendo", relata.
La mayoría de los episodios duraron poco tiempo: el 75% de los mismos menos de cinco minutos. A pesar de esto, casi la mitad de todos los pacientes que se encontraban conscientes durante la cirugía tuvieron consecuencias psicológicas a largo plazo, como trastorno de estrés postraumático y depresión.
Esta residente en Reston, Virginia, despertó durante la cirugía, experimentando un fenómeno llamado 'percepción intraoperatoria'. Desde entonces, lucha contra el trastorno de estrés postraumático. "He tenido que dormir en un sillón reclinable durante los últimos 16 años", confiesa Weihrer. "Si me acuesto horizontalmente, me vienen recuerdos de la mesa de operaciones y empiezo a revolcarme violentamente".
De acuerdo con el estudio, la percepción intraoperatoria tiene una mayor probabilidad de ocurrir cuando a los pacientes se les anestesia antes de iniciar la cirugía o después de que la cirugía termine y no en el momento en que el cirujano opera.