Los numerosos testigos del acoso de las dos estudiantes, que iban de regreso a casa tras haber realizado exámenes en el instituto, no reaccionaron ante lo que estaba sucediendo. Incluso el conductor y el revisor actuaron como si no estuviera pasando algo inusual.
No en vano, algunos de los pasajeros no solo no acudieron a la ayuda, sino que intentaron convencer a las jóvenes de que dejaran de resistirse. Argumentaban que los individuos acabarían violando a las jóvenes, lanzándole ácido en la cara o incluso matándolas si no se rendían.
Convencidos de su impunidad, los hombres comenzaron a comportarse de una manera más descarada. Proferían a las jóvenes palabras ofensivas, recurrían a gestos obscenos e incluso se permitieron tocarlas. Uno de los hombres agarró a una de las víctimas de la mano y luego cogió del cuello a su hermana.
Al darse cuenta de que nadie les iba a ayudar, las estudiantes comenzaron a enfrentarse a los delincuentes. Una de ellas se quitó el cinturón y comenzó a azotar al agresor.
Uno de los pasajeros grabó lo ocurrido en el autobús y publicó el video, que provocó una avalancha de reacciones en las redes sociales. Dos días después del incidente, la Policía detuvo a los tres culpables, de nombres Kuldeep, Mohit y Deepak.
Según la Oficina Nacional de Registro de Delitos, una mujer es violada en la India cada 20 minutos. El número de niñas víctimas de violaciones se ha incrementado en un 336% en los últimos 10 años.