Según los expertos, los contenidos que difunden los militantes del movimiento extremista están diseñados para 'enganchar' de forma específica a las adolescentes con valores tradicionales. Muchas quedan fascinadas por causas muy simples.
Para el islamismo radical las mujeres dejan de ser niñas en cuanto tienen la menstruación
"Para nosotros es menor hasta los 18 años, pero para el islamismo radical las mujeres dejan de ser niñas en cuanto tienen la menstruación", recuerda un agente de la lucha antiterrorista consultado por el periódico 'El Confidencial'. "A partir de ese momento, se considera que son aptas para casarse".
Las niñas musulmanas creen "que van a encontrar allí al hombre de sus sueños", anota el experto, "que van a poder casarse con uno de sus barbudos de ojos azules que tienen perfil en Facebook". Y lo que más favorece esa ilusión es la situación económica y social que vive Ceuta, donde la tasa de paro juvenil supera el 70% y los chicos no tienen dinero para contraer matrimonio.
Además, las menores consideran este viaje a la yihad una culminación de su práctica del islam. A su edad, lo perciben como una aventura y quieren participar en ella, explica el agente.
A su vez, para los extremistas las chicas vírgenes captadas en el extranjero constituyen un punto clave en su estrategia. Aunque su función sea meramente reproductora, la idea es que contribuyan a la expansión del radicalismo a través de la repoblación de las naciones 'infieles'.